En ocasiones la papada es simplemente un problema de apariencia que se puede mejorar con técnicas no invasivas y en poco tiempo.
Con la edad, la papada aparece generando un aspecto en las personas que suele afectar la autoestima. Esta se caracteriza por la acumulación de grasa bajo la mandíbula con tejido adiposo y piel, resultante de la pérdida de tensión de los músculos.
A menudo, encontramos mujeres que, aunque son delgadas, consultan por una aparente papada. En algunos casos no hay una definición del ángulo mandibular adecuada, lo cual puede ser corregido mediante la perfilación del mentón con ácido hialurónico.
Cuando la papada resulta de un exceso de tejido adiposo leve, las mejores opciones para eliminarla son técnicas no invasivas como: Radiofrecuencia, Láser y Mesoterapia.
Radiofrecuencia
Esta técnica no invasiva ayuda a eliminar la flaccidez de cuello, mandíbula y contorno facial. El efecto es la contracción y regeneración del colágeno, debido al estímulo térmico hace que se formen nuevas fibras y se regenere el tejido.
En cuanto a los resultados el paciente sentirá la piel más suave, firme y elástica. La Radiofrecuencia se puede realizar junto con otros procedimientos médicos como peelings, toxina botulínica y ácido hialurónico, con el fin de potenciar los resultados.
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Masajes reductores
Los masajes constituyen otra gran opción para disminuir la papada. Actúan en las capas internas de la piel, mejorando la circulación y el drenaje linfático. La reducción se produce debido a que el masaje libera los ácidos grasos y toxinas acumuladas en la papada, activando la circulación sanguínea, dando calor al tejido conjuntivo y con ello reduciendo la inflamación de esta.
Ejercicio
Sin duda alguna la actividad física es excelente para reducir el exceso de grasa en el cuello. Se recomiendan actividades que ayuden a quemar calorías y ejercicios localizados con microcorrientes especializadas como las de la tecnología excel pro.
Alimentación
Los buenos hábitos de alimentación no solo previenen la acumulación de grasa en zonas como el cuello, también mantienen nuestro cuerpo en equilibrio y aportan a la salud física.
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